puertaquince

sábado, junio 03, 2006

y ese maricón, ¿quién es?


Caminaba por el bosque de la casa de la fiesta donde nos habían invitado una muy querida amiga y su muy querido novio.

Había acompañado a unas amigas a fumarse un pito al estacionamiento. Buena onda las cabras que de ues privadas estaban más ahí con el movimiento estudiantil que cualquiera de mis compañeros de la u de ssshhhile.

Ni tan entretenido estaba en aquella casa abandonada, y mientras caminaba de vuelta del bosque a la fiesta, un grupo que estaba chupando en la esquina de ese oscuro bosque dice en voz alta, sin pensar que mi adolescencia me había instruido en cómo captar la palabra maricón, marica, gay, fleto, niñita, mariposa y sus derivados, en un rango muy inferior al que ellos puediesen imaginar, "y ese maricón ¿quién es?".

Como una señora a la que la tocaron el culo en pleno paseo ahumada, me di vuelta y los encaré, ahora con mi culo en la mano. Eran altos y hasta bien parecidos algunos. Cuando estoy frente a frente a ellos, yo sólo con mi super chaqueta de cuero de bandera y mis zapatillas ultra estilosas de outlet (las que poco tiempo después me enteré eran de baibi futbol, o como se escriba), bien digno yo pasaba cuando me detengo y los encaro.

Intentaron hacerse los lesos y yo les dije: " a ver, a quién tratan de maricón, mira que yo soy gay y no tengo problema, no sé si ustedes". ellos rieron y seguían haciéndose los lesos.

Entré a la fiesta, agarré a mi novio, a la novia del dueño de la fiesta y al dueño de la fiesta, quien a esas tempranas alturas hablaba con una barbie criolla y yo el muy histérico lo vine a interrumpir con la frase: "seba, hay una emergencia afuera y te necesito". Mientras la novia del dueño de la fiesta me pedía a coro con mi novio que no armara atado (como si yo fuera atadoso).

Lo encaré con los que hasta ese minuto eran unos desconocidos, les conté que ellos me habían molestado y les pregunté, "a ver po, repitan lo que me dijeron con el dueño de la fiesta, su novia y mi novia al frente". Ellos no dijeron nada. Entonces yo les dije" gay soy yo, maricones son ustedes" y me fui.

Nunca más hablé ni con el dueño de la fiesta ni con su novia, quienes bailaban, se paseaban y reían con los que resultaron ser sus mejores amigos sin que yo tuviera idea.