puertaquince

lunes, abril 03, 2006

Cartagena en el corazón o la peor noche en el mejor hotel (2ª parte)


Decir que el hotel donde nos debíamos hospedar en Cartagena de Indias, mi madre (quien llegaba al día siguiente) y yo era majestuoso, lujoso y hermoso, es poco.

El hotel Sofitel Santa Clara me recibía aquella noche con todo su esplendor. Un patio interior adornaba con pavos reales y otras especies cuyo nombre no recuerdo, parte importante aquel majestuoso hotel.

Hice el ingreso, me acompañaron a mi cuarto donde deposité mis maletas, me desearon felíz estadía y me preguntaron si conocía la historia del hotel. Todo estába magnífico hasta ese instante, la verdad es que si me hubiesen advertido de lo que se trataba yo no hubiese escuchado y me hubiese tapado los oídos y tal vez hubiese emitido un ruido para asegurarme de no estar escuchando.

Casi bailando, por el acento único que tienen los colombianos, me dicen: bueno, este hotel antes de ser hotel fue un convento de monjas y luego se transformó en un hospital, si escucha ruidos son las almas de los muertos en estas paredes que nos visitan, pero no se asuste que no hacen nada...

Señoras y señores soy cobarde y a mucha honra, pero estar solo en esa habitación fue lo peor que me pudo pasar en mi vida... ni las luces prendidas del baño, ni la televisión colombiana me salvó del miedo que sentí esa noche... porque haber estado al borde de un infarto es poco... ya veía que una enfermera de la guerra me venía a tirar las patas o un herido de bala lloraba en mi oído...

esa fue mi primera y última noche solo, porque al día siguiente, en la madrugada, casi cuando ya me tranquilizaba porque veía los primeros rayos de sol aparecer, junto a ellos mi madre entraba a la habitación y me protegería de algún espíritu cartagenero....

2 Comments:

Publicar un comentario

<< Home